sábado, 25 de julio de 2009

DONDE SE ALOJAN LOS PENSAMIENTOS

EL ALOJAMIENTO DE LOS PENSAMIENTOS EN NUESTRO CUERPO FÍSICO
Una forma pensante es una densidad de energía oscura, (en este caso), que puede alojarse en vuestro cuerpo físico tridimensional. Os explicaré cómo las creáis y hacia dónde las dirigís, y cómo las deberíais trasmutar. Comencemos pues...
OForma pensante: vuestro cerebro, a través de las ondas vibratorias que emanáis cuando pensáis (conciente, sub o inconcientemente), va emanando a través del éter, longitudes de onda (vibraciones), de determinados voltajes, y celeridades múltiples. Esto acontece durante todo el tiempo en que estáis existenciando en vuestro mundo. Es así que, en este tiempo en que vivís, con la enorme apertura de conciencia en que os halláis, debéis estar preparados para la no acumulación de más karma. Y esto será beneficamente favorecido en cuanto comprendáis coherentemente como trasmutara vuestros propios pensamientos. ¿Comprendéis? Es así que: cuando pensáis: emanáis y lo que se eyecte de vosotros emanadamente, energéticamente (sea positivo o negativo), llegará sin duda alguna a destino. Ese “destino” (cosa, circunstancia, persona), a que hayáis dirigido vuestros éteres pensantes. Bien, debemos entonces analizar los cometidos de estas formas pensantes y como detectarlas hasta en vuestro cuerpo físico, aún cuando hayáis pensado que ya no estábais pensando de esa determinada forma. Por eso es que, una forma pensante acumulada, karma a karma, puede acarrearos hasta enfermedades muy graves, que os costará mucho, pero mucho dolor el trasmutarlas. Analicemos esto detenidamente, y avancemos en el tema...
La mentira: forma pensante de enorme densidad, en la cual se entremezclan diversos éteres vuestros, de los cuales hablaremos. Es así que, cuando mentís, os estáis cohartando una evolución mayúscula como en otros determinados casos específicos. Vuestros éteres o cuerpos sutiles, al mentir, sentirán como una irradiación fuerte pero caótica. Es decir: habrán de sentir como una pulsación, como un “golpe energético” de enorme densidad. Esto dará por resultante, una prolongación en los espacios intermoleculares que, densificados por esa densidad pensante, se habrán de “ensuciar” de energía oscura, la cual, de persistir esta situación o actitud pensante del individuo, podrá aligerar el traslado de esas partículas oscuras, a otras partes más bajas del individuo o hacia específicamente sus centros inferiores. Es así que la mentira se habrá de alojar, (cuando se efectúa reiteradamente), en y bajo la zona pelviana. Estamos hablando pues, del centro sacro o esplénico e inclusive del centro kundalini (si esta situación energética hubiera sido perpetuada a través de varios karmas sucesivos). Por tal motivo, varias zonas genitales, intestinales, y hasta digestivas, serán también afectadas en esta densificación.
La envidia: este mal sentimiento, aloja un enorme coágulo oscuro o agrupación de moléculas densificadas negativamente, especialmente en la zona del páncreas, del hígado, y hasta ( si el caso fuera extremado), en los jugos biliares, lo cual hará del individuo un ser sumamente delicado en su alimentación diaria, ocasionándole problemas como graves gastritis, estreñimientos múltiples o constipación, y lo que es peor, de repetirse cíclicamente este tema: tumores que pueden llegar a ser cancerígenos en el ser que ha repetido esta situación energética. Pueden inclusive llegar a afectarse los ganglios que están alojados especialmente en la zona abdominal. Y ello ocasionaría otros trastornos más o menos peculiares en los indiviudos de la tierra, en donde la sangre tomaría su cariz vehemente de llamado potencial en el individuo. Se verían entonces várices (úlceras varicosas de enorme desprestigio esotérico y vital), dada la tremenda descompensación que en otras vidas, a través de ese mal sentimiento, se brindó a sí mismo tal individuo, repitiendo lo mismo una y otra vez. Sangres contaminadas, como la leucemia, serían algunos altísimos casos degradantes de reparación sanguínea a tal terrible causa. ¿Se comprende?...
El arrepentimiento: aunque no lo creáis, el arrepentimiento, es una actitud energética, causal y efectiva, que da por resultante una disgregación (dilución), de la forma pensante acumulada en el individuo en su centro plexo solar. Por tanto: producirá como concatenantes, un “limpiado” eficaz del plexo solar, seguido de llantos prolongados, estados de depresión momentáneas o prolongadas, autoestimaciones valiosísimas, si esta forma pensante estuviera seguida por actitudes positivas y no condenativas hacia el propio ser. Por tanto debemos resaltar lo siguiente: en caso de que el individuo se arrepintiere sinceramente de actitudes pasadas o recientes, el voltaje de dicho arrepentimiento (forma pensante), puede ocasionar un movimiento inverso a la actitud negativa, y acelerar el proceso de la evolución en cada átomo ( que se efectuará de izquierda a derecha, según el movimiento evolutivo). Una vez que el individuo re-vierte su situación anterior, (dependiendo de cual ella haya sido), (ya que os podríais arrepentir de algo muy leve, como de algo muy gravoso en vuestras vidas), es que se manifestará el cambio o la conversión del individuo en cuestión. Por tanto, la situación energética llamada arrepentimiento, es un cambio conciente neuronal-pléxico-cardíaco que acrecentará la longitud de onda de sus pensamientos (ondas vibratorias) y su debido y correcto magnetismo a través de dicha solicitud de amor hacia sí mismo, en primera instancia. Es por tanto, que un ser que ya se ha arrepentido sinceramente de algo que efectuó negativamente, comienza su proceso redentorio dentro inclusive de su propio cuerpo físico, como también y mayormente, dentro de sus esquemas mentales, que adquirirán otro potencial mayor, debido a esa reversión. Depende pues de la situación, el mayor estado de sutilidad que adquirirá el sujeto dentro y en su cuerpo físico, emocional, mental, y aún causal... es importante.
La depresión: la depresión en una forma pensante que se originó primeramente en el inconciente del individuo. Luego, por su mal proceso, siguió “viajando” a través de su subconciente. Y, como dicho trabajo, atrajo hacia sí “mareas” energéticas de descualificado valor amoroso, debió traerle al conciente, situaciones, recuerdos, actitudes, pensamientos, que intentaran vivificar, prolongados errores de su vida actual, inclusive pasadas. Y en este caso, estaría involucrado seriamente el plano inconciente. Pues bien: la depresión, cuando se aloja cómodamente en el citado plexo solar puede, de continuar esa forma pensante allí, traer consecuencias tales como: vómitos sucesivos, eyecciones de los sentimientos (de los seres humanos a los cuales piensa que ama), y alejará de sí la maravillosa forma pensante de la alegría, trastocándose a sí mismo como un ser pesimista. Caóticamente enfermo (desde todo punto de vista, tanto físico como espiritual). Tendrá síntomas de bilirrubina acentuada en su organismo. Presentará congestionamientos en los éteres del sistema linfático. También agregará a esto, si concentrase allí esa forma pensante, tumoraciones, fibromas, aceleraciones en las secreciones biliares, que, por desorden de su propia autoprogramación, desprogramará a su vez, el sistema intestinal, con las consecuencias probables de diarreas continuadas. Esto puede traer también en la mujer (en estos casos), problemas menstruales gravosos, con sintomatologías de dolor acentuado en los primeros 3 días cíclicos). Esta periodicidad, debe ser erradicada, simplemente con un cambio de postura energética que se llama alegría. Habiendo “creado” en sí mismo, la esencia importante, vital, de ese sentimiento anteriormente enunciado, esa forma pensante comenzará su escatimación de los ciclos negativos, valiéndose de sus propios síntomas de autoestima, para acentuar la vitalización de cada célula enferma, y revitalizar a su vez, a todo ese centro tan vital, como lo es el plexo solar. En casos más graves, (continuidad de la forma pensante de la depresión), en varios y sucesivos karmas, ella adquirirá vigor y motricidad energética, y “ascenderá” malamente hacia el centro coronario, virulenciándolo de tal manera, que podrá caer en un stress profundo e iniciarse así un cuadro psiquizante de agudo delirium tremens o esquizofrenia. ¿Se comprende? Reíd pues, y descongestionad vuestros plexos. Es menester.
La alegría: por contraposición a la anterior forma pensante, la alegría es un vigorizante magnético, ya que no solamente actúa vibracionalmente en el propio individuo que la está creando, sino que “contagia” positivamente a quienes le rodean. Y lo habéis comprobado. Es un movimiento de átomos tan potente, que cualifica hasta vuestra áura , todo vuestro campo electromagnético, dándole un cualificado “toque” u orden mental para que todo en vosotros se positivice. Por tanto: estad alegres, que con ello, hasta pueden cambiar cosas tan visibles como vuestro cabello (en expresión longitudinal efectiva, luminosidad, sedosidad, etc). ¿Entendido?
La soberbia: la soberbia es una forma pensante de terribles efectos negativos en los seres vivos. Dicho coágulo energético oscuro o forma pensante negativa, irá a adentrarse directamente en el cerebro del individuo que la ha creado. No olvidéis que: la soberbia es el efecto contrario a la humildad, que corresponde al movimiento (esta última), de evolución. La primera: de involución. Por ello cayó vuestra raza: por la soberbia. Aún hoy acaece ello,...lo lamentamos. Vemos pues, que el terrible efecto que puede producir la soberbia en un ser humano, que inclusive la perpetúa en otras encarnaciones, podrá llegar a ser un tumor cancerígeno en pleno cerebro. Tocando “partes” en la expresividad, en la zona correspondiente a la visión, audición,motricidad, etc. Es grave. Mucho. Debéis por tanto, humanos, descartar esta forma pensante en su ínfima expresión, ya que puede estar en vosotros sutilmente y engañosamente velada o disfrazada. Cuidad y vigilad atentamente vuestras actitudes pero lo que es más importante aún: vuestros pensamientos que instante a instante cobran vida. Una vida que es electricidad pura. La creáis vosotros, ya que estáis conformados de energía. Sois enegía. Unificación de éteres que podéis cualificar, o desmedrar a voluntad. Porque: tenéis libre albedrío. No lo olvidéis, hermanos. Es pues que la actitud o forma pensante llamada por vosotros soberbia, implica también la creación de llagas (enfermedades gravísimas, inclusive venéreas), que han llegado a ser tan importantes como la lepra, el SIDA de hoy...la sífilis, por desintetización de lo que, como entes humanos os habiáis autoprogramado genéticamente vivir en este mundo llamado Tierra. Entonces: otro punto o espacio de vuestro micro universo, llamado cuerpo físico, en el cual pueden verse los gérmenes o ramificaciones de tal actitud errónea, serán: la discapacitación motriz, mental (específicamente). Esta variación que presentará ahora: el rencor, es también una forma menos concentrada de soberbia. Y debéis tener mucho cuidado, de que esa forma también pensante, no se aloje en vosotros. Analicémosla pues...
El rencor: esta singular forma pensante que tiene “forma” (valga la redundancia), (si es que pudiérais verla astralmente),...es de alto valor primario en cuanto puede dilucidarse o vislumbrarse a simple análisis del propio sujeto que sintiere estos propios autoefectos,...y dije: eutoefectos. Debéis estar atentos a nuestros términos o expresiones. El rencor se registra básicamente en las pupilas de vuestros ojos, haciéndose éstas enfermizas paulatinamente, gradualmente, hasta quedar bajo presiones agresivas (energéticamente hablando), lo cual dará por resultante: astigmatismo, miopía, etc. Cuidad estos efectos y si ya los tuviérais presentes en vuestros organismos físicos, pues entonces analizad lo que estáis sintiendo, para no perpetuar dicha forma pensante, aún creada en otros karmas. Es entonces que, también la córnea se verá afectada por esta forma pensante, ya que dicha energía negativamente, malamente distribuída en el plexo solar, y más malamente eyectada del centro cardíaco, antes de tocar el tremendo centro coronario, se habrá de alojar en vuestros ojos, tocando pues dicha acción visual y enfermandola concretamente. Pero pasemos a su “hermano mayor”: el odio
El odio: hablamos ya, de una horrorosa forma pensante, un dramático coágulo energético negativo, que abarcará no solamente una vida o karma, sino muchos. ¿Dónde y cómo habrá de alojarse dicha forma pensante en vuestros organismos físicos? Veamos...el odio, acumulado vida tras vida, trae por resultante, nefastas actitudes en vuestros órganos, especialmente en vuestro centro cardíaco. Este centro ( la “caverna” del corazón), se verá totalmente escarnecido por la misma. Es decir: cuando el odio se ha creado en un sujeto, como forma pensante activa, increativa, involucionante, totalmente opuesta al movimiento de la evolución, que es el amor se verá que ella cobrará una vida “ mayor” o una cualificación mayor, si se la deja pasar en un karma sin trasmutarla. Esto es: si una persona hubiera odiado vida tras vida) (no importa a quien o quienes), y presentara hoy parálisis cerebral, se verá que en su próximo karma, dicha persona descenderá toda la energía acumulada en su cerebro, densificada en un casi 100% , hacia el centro cardíaco. Es: una forma de compensar energías dentro de los centros o chakras. Pues bien: sintiendo odio un ser humano, ha comenzado ya su desprogramación o descodificación de su cerebro. Lo cual, traerá por concatenante o resultante: una guerra interna mayúscula. Y lo que es peor, karmas de raza como lo es la guerra mundial, en un astro o planeta. ¿Váis comprendiendo? A medida que el sujeto avanzare en la dilución de esta horrible forma pensante, podrá ir adecuando su corazón al nuevo sentimiento del amor. Aquel amor que perdió por propia voluntad, al iniciarse aquella forma pensante: el odio. Y por si fuera poco, hoy, este falso esquema evolutivo llamado odio, da por resultante otro terrible efecto o sea, el karma de raza, llamado: cáncer. Y: no podéis negar cuanto cáncer hay y por ende, cuanto odio hay en vuestro mundo. Sacad conclusiones... vayamos ahora, a otra forma pensante, llamada: subestimación.
La subestimación: desprogramación del sentimiento felicidad. Forma pensante que acaece en un porcentaje muy alto en los seres de la tierra. Por tanto, es menester una incrementación del valor autoestimativo en los sujetos terrestres. Pero alerta: no estoy hablando de egocentrismo. No. Hay diferencias muy vulnerables. La subestimación trae aparejada en sí misma, falsos valores conceptuales en el propio individuo. Por ende: un desbalanceo en el sentimiento de la firmeza . Y por consecuencia también, se incrementará otra forma pensante acumulada a la primera, que será la humillación. Cuidado humanos. Falsos valores. Ser humilde, no implica ser humillado. Falsos esquemas. Falsos dogmas internos. La subestimación desarrolla en sí misma, una forma pensante de arraigada “forma” ovoide, muy alargada (astralmente vista). Esto implicará también una enfermedad que se llamará en los seres terrenos: desasosiego, falta de paz y que en vuestros organismos internos se alojará directamente y específicamente en vuestros riñones, y también en vuestra epidermis. Dos lugares concentrantes de esta especificación pensante. También malestares hepáticos pasajeros, ligeras arritmias, pulsaciones aceleradas en vuestras sienes, prolongados hermetismos (falsa introspección...) y exacerbados estados momentáneos de irascibilidad. Todo desencadenado por esta forma pensante llamada subestimación. Estad muy atentos a ello...
Celos: esta horrorosa forma pensante, es un falso estímulo que los hombres de la tierra se dan a sí mismos como una excusa valedera (para ellos), (no para Dios), de sus ineptitudes y de sus falsas aplicancias e implicancias. Por tanto, los celos, que salen a través del éter mancomunados a través de la unión del plexo con el coronario, son estímulos muy pero muy peligrosos, ya que esos dos centros, centrífugamente, mal atestiguan al ser, en sus improcederes, que desde allí, partirán como ondas funestas hacia el ser o seres a los cuales se les destine desgraciadamente este pensamiento. Pero ello, no queda solamente así: el ser que crea esta monstruosa forma pensante de los celos, acarreará a través de sus pensamientos, y luego actitudes negativas, a otros seres, a los cuales anexará complicadamente a su karma. Y esta es la actitud nociva de: “ bola de nieve”, que se habrá de acrecentar, en medida que el sujeto no modifique su actitud (tanto pensante como increativa en cuanto a actitudes posteriores). Bien: ¿Dónde se habrán de alojar estos horribles causantes energéticos? Principalmente en el bajo vientre (sacro), produciendo espasmos horrorosos en hombres y mujeres que, inclusive podrían pronunciarse como apendicitis agudas, o peor aún: en estrangulamientos intestinales, hernias y otros adherentes en ese centro. Pero no culmina allí. Como hay mucho implicado en este mal sentir, los ojos malintencionados en dicha actitud de celar, incrementarán su tremendo e innato poder, y ese potencial, cargado ahora de la actitud de los celos harán de ellos, instrumentos del mal, causando en karmas subsiguientes, hasta ceguera física. ¿Comprendéis? Es muy grave. Debéis cuidaros de los terribles celos, que pueden hasta postergar vuestro actual karma en otros peores. Pero también, al incluírse en estos dictámenes, el mal trabajo del coronario que eyecta dichos pensamientos sucios, contaminará al plexo. Indica lo primero que el sujeto se estará ya creando un karma abdominal y cerebral posterior, si esta actitud se siguiera reflejando en toda una vida, sin cambios favorables. Por ejemplo: si dicha actitud no se modifica en todo un karma, el individuo se estará gestando a sí mismo, un efisema pulmonar y / o también unas terribles hemiplegias cerebrales que amortiguarán al individuo en su proceso de ascenso evolutivo. Eso es terriblemente grave. Y en el caso del plexo, puede esta actitud exacerbada de dicho centro, estimular un terrible bronco espasmo, que podrá durar inclusive varias vidas, y hacerse proclive al proceso de asma (aparentemente hereditaria). Más bien: kármicamente procreada y heredada por el propio individuo en cuestión. Bien... Los problemas de los ganglios inflamados en las zonas de la nariz, las ramificaciones que se adherirán a dichas paredes, tendrán también un declive hacia la garganta, pudiendo, en casos más complidados de vidas y vidas, procrear una mudez física, que podría hacer hablar al individuo en su corazón, y ya no desde el punto: celos. Espero comprendáis la gravedad de ello. Cambiad vuestros esquemas falsos, por favor, humanos...
Orgullo: coágulo oscuro de inminentes repercusiones en el karma del individuo, inmediatamente creado el mismo. Es decir: cuando una persona guarda dentro de su interior, la soberbia actitud del orgullo, creará incesantemente como virus microbianos de bajo astral, que se le habrán de adhosar a las paredes de su cerebelo. Esto, como trompeta magnetizadora del bajo astral deambulante por los oscuros éteres, hará el efecto de “imán”, e inmediatamente estos últimos, se afianzarán en dichos cuerpos, comenzando a “tocar” virulentamente hasta el mismo cerebro del individuo, que podrá en primera instancia, presentar cefaleas agudísimas (como primer llamado), pero que, incrementándose dicha actitud orgullosa, se habrá de agrandar y trastocar la forma pensante en algo más siniestro, que podría traducirse como horribles adenomas o tumoraciones, inclusive cancerígenas en el lado izquierdo del cerebro. Debéis tener mucho cuidado al manipular vuestros pensamientos. Sean éstos siempre positivos y plenos de amor hacia vosotros y vuestros congéneres. Pero, como esta forma pensante está “irradiando” terriblemente al centro coronario, ya que lo estará “tocando” astral y físicamente, se incrementarán también allí, las mentiras sutiles, bajo el disfraz de “cosa bien hecha”. Y esa forma pensante, terriblemente ingeniosa, sutil y engañosa, le hará creer al individuo que la poseyera, que “él está actuando correctamente” y que todo lo que esté fuera de ese pensamiento o actitud suya, será “lo incorrecto”. Negligencias horribles de la personalidad que se falsa estimula para un improceso aberrante como es el orgullo. De allí se desprenderán: crímenes, disensiones con parientes, seres queridos, vecinos, compañeros de labor, etc. Pero no quedará allí... Si la forma pensante actuara (por magnetismo del propio individuo o sea de sus energías ying o yang), éstas malamente custodiadas ahora por dicha energía pensante, harán un aparente descenso al cardíaco, pero al no estar acordes a la energía del amor, este centro las rechazará y las hará aún más descender hasta el centro más inferior (kundalini), procreándose allí dos actitudes diferentes o polarizadas: lujuria o frigidez. Ambas, pueden presentarse en dichos individuos, como polos de energía mal distribuídas a través de la horrible forma pensante del orgullo. Quede claro.
Egoísmo: forma pensante que disminuye increíblemente los latidos de la evolución. Concentra su mala actuación en la linfa, haciendo que este se “ensucie”, con las determinadas consecuencias. Todo el flujo sanguíneo se verá también virulenciado con sus pertinentes acuciantes llamados, que también y entre los cuales, dada la consecuente actitud del egoísmo, podría concentrarse la leucemia. El egoísmo disminuye la tarea del cardíaco, haciendo que este se sustraiga a sus respectivas labores que, en otras palabras sería: se verá disminuída la sensación-sentimiento del amor , ya que el propio individuo se lo está negando. El egoísmo, se concentrará pues en una glándula de tremenda importancia: la hipófisis. Esto desgranaría lo anteriormente citado, ya que todo está en interrelación. La mala segregación de la misma, daría tormentos al organismo determinado por vosotros: pulmón, ya que hay una estrechísima labor congeniante entre ambos (glándula y órgano), desde nuestros puntos u ópticas orgánicas, que no son las mismas que las vuestras, tal cual las concebís. Pero, todo será un todo y el sujeto egoísta segregará un líquido o humor especial que se concentrará en su bilirrubina, líquidos hepáticos y humores acuosos de vuestro cuerpo físico. También disminuirá mucho su potencial visual, si ello ha sido perpetuado (como siempre reiteramos), en muchas vidas sucesivas.
La falta de caridad: vosotros pensaréis que es lo mismo y... casi lo es. ¿En qué se diferencia el egoísmo con la falta de caridad? Hay una notable diferencia. Ampliémosla. El egoísmo, es la negación de toda índole (dentro y fuera) del individuo. Así es. Pero la falta de caridad implica una disfrazada actitud de persona generosa que, dando, quita... Desde otros valores. Me explicaré mejor: cuando se da o se ofrece algo a alguien: ¿Cómo se lo ofrece? ¿Esperáis recompensa? ¿Esperando un “gracias” reiterado? ¿Esperando subyugación por parte de la persona que ha recibido? Eso es: falta de caridad. Hay una sutil y grandiosa diferenciación que debemos resaltar. Porque: los hombres de la tierra, muchas veces se disfrazan de “personas generosas”, dando... Pero: mal dando. Porque siempre están esperando una respuesta humillante por parte de “la otra parte” (valga la redundancia). ¿Comprendéis hermanos míos?... Es, en esa falta de caridad, que vemos individuos adinerados, aristocráticos, haciendo “obras de bien” (pretendidas obras de bien), pero que, en definitiva, encubren muy sutilmente todas sus miserias más profundas... Eso no es caridad. No lo es. Pasemos pues a otra forma pensante, sin antes aclarar que estas personas faltas de caridad, se verán frecuentadas por enfermedades que podrán ser: cefaleas abundantes. Gastritis agudas, mala actividad pancreática, ceborreas agudas, dolores menstruales agudos, arritmias perstinaces, diabetes muy marcadas (sangre otra vez)... (elemento esotérico vital ensuciado por falsas apreciaciones del propio individuo)...y otras tantas molestias más como ser: virus apreciativos en las vías nasales, en las vías respiratorias (una y otra vez), malos síntomas en la motricidad y especialmente, dolores ventrales sin explicación pertinente. Todo ello, si estuviera ensuciado por dicha forma pensante reiterada, daría por consecuencia: extirpación de órganos por medios quirúrgicos, tales como el hígado, riñones (en casos más graves), corazón, pulmones, etc. Debéis tomarlo en cuenta.
Crítica aguda: el mal uso de vuestra lengua, ha traído a vuestra humanidad, terribles “dolores de cabeza”. Es cierto. Porque implica emanar desde el verbo, energías que cobran formas horribles que vosotros, si las viérais cuando pronunciáis dichas críticas no constructivas, sino virulentas, os aterrorizaríais enormemente. Porque en definitiva: lo que de vuestra lengua sale, a vosotros volverá energéticamente hablando, multiplicado. Por tal motivo: cada vez que bendecís, cada vez que hacéis un buen comentario, cada vez que comprendéis en vez de criticar, estáis logrando crear hacia vosotros, solamente bendiciones, que por otra parte también son formas pensantes, pero benignas. Lo cual proyectará hacia vosotros enormes auscultamientos en vuestros procesos evolutivos. Bien, la crítica aguda es algo que el hombre frecuenta en su diario vivir y luego, cuando las trabas aparecen en su camino, se pregunta inocentemente: “¿Por qué a mí?”... claro está: no comprende que, cada vez que abre su boca, en la utilización del prana divino (aire), juntamente con el “espaciador intermitente de energías” (boca), y la consecuente proyección energética (verbo o palabra), en mala sintonización consigo mismo y por ende con el prójimo, atraerá o atrapará hacia sí, horrendas formas pensantes, porque está mal utilizando el aire que respira. No comprende el ser humano que está proyectando sobre otros hermanos o congéneres, proyecciones densas para los demás, como lo serán ( por ley de causa y efecto), hacia su propia infraestructura humana. Ojalá logréis comprendernos. Hablar bien... No solamente implica “hablar cultamente”. Hablar bien, implica mayormente hacerlo desde “el punto de la verdad vuestra y de los demás”. Hablar bien, implica hacerlo con la mejor emanación de energía y no de forma virulenta, que contaminará a quien o quienes os estén escuchando. Quede claro, hermanos amados... Creo que con esto tenéis bastante. Claro está que hay mucho más por hablar. Pero, si lográrais trasmutar todo lo “errado’ que formáis con respecto a lo que os he explicado, ya será lo suficiente como para trasmutar el 85 % de todo lo que anteriormente y hoy inclusive habéis creado.
El Rencor
(Fase incipiente del odio... tiene forma astral ovoide).
La Subestimación
(Desbalanceo de la firmeza, falsa humildad).
Crea: 1) Falta de paz (desasosiego).2) Humillación.3) Malestares hepáticos pasajeros. 4) Hermetismo (falsa introspección).5) Momentos exacerbados de irascibilidad.6) Ligeras arritmias (cardíacas).
Forma pensante ovoidal

Los Celos
Plexo solar + coronario
(Acción conjunta)
La persona densifica a otros y se densifica. “Movimiento denso centrifugo”.Los ojos que celan, crean energías oscuras, si son muy graves y persisten. El incrementar el poder negativo de los mismos, puede traer ceguera física en la próxima encarnación.
La mentira
Convulsión de éteres sutiles.

SER

Ser
Robin Sharma


Cuando perdemos conexión con el corazón, esencialmente perdemos conexión con el niño entusiasta que hay en nosotros. Hay que practicar mucho para volver a conectarse con las cosas que nos hablan más profundamente y así recuperar esa chispa de la infancia. Cuesta mucho trabajo volver a saber quiénes somos realmente.

Empieza reflexionando diariamente en las cosas que te hacen feliz. Son los anhelos de tu corazón que debes satisfacer si esperas crearte una vida extraordinaria. Cuando sigues los anhelos de tu corazón y escuchas los deseos de tu verdadera persona, se te abre un universo de posibilidades y atravesarás el umbral hacia una realidad completamente nueva. Habrá coincidencias significativas, parecerá que tienes un toque mágico que atrae la mejor gente y las mejores oportunidades a tu vida. Pero estos acontecimientos sólo serán una confirmación, de parte del mundo, de que te encuentras en el buen camino.

Cesa de luchar y empieza a ser. La lucha genera estrés y el estrés es un gran obstáculo para vivir en estado de gracia, de serenidad y de flujo, para lograr ese estado que necesitas para que acuda a ti tu mejor vida. Así no funcionan las leyes de la naturaleza. Para que una flor crezca no hay ni lucha ni intentos: sólo sucede. Ocurre un amable y natural despliegue. Tratar de empujar a la flor para que crezca sólo consigue matarla. Y sin embargo a eso nos solemos inclinar en la vida. No puedes empujar el río. Tienes que dejarlo fluir. Y si no comprendes este punto y continúas el combate, estás actuando, básicamente, contra las reglas de la naturaleza.

Déjate llevar por el flujo de la vida un poco más y entonces la vida fluirá en ti. Vive en un estado de tranquila entrega, acepta que la vida te entregue lo que te tiene reservado. Deja de luchar con ella, deja de condicionar tu felicidad a que las cosas tengan un aspecto determinado. Si lo haces, tu vida empezará a mejorar y la verdadera felicidad fluirá hacia ti. Deja de analizar cada suceso como bueno o malo: experiméntalo. Este es el camino que conduce al dominio: el desapego de los resultados. No dejes escapar las mejores horas de tu vida. Deja de luchar y entrégate a la energía que verdaderamente dirige el mundo. La misma energía que creó el poderoso océano te ha creado a ti. En vez de combatirla, únete a ella, deja de luchar tanto por lo que deseas en la vida. Es una de las paradojas del mundo: aquello que persigues se te escapará. En la medida en que dejes de preocuparte por lo que te deparará la vida, mejores cosas te deparará.

Debes retirarte de esa lucha y dejarte envolver por lo que se despliega, a sabiendas de que estás precisamente donde debías de estar. Deja de controlar tu vida y simplemente entrégate a ella, confiando en que, sin que importe el aspecto que tenga, todo es parte de un plan mayor.

Disfruta del proceso, del gran despliegue de tu vida. Hazte más presente en la vida, muéstrate más y saborea los momentos. Es lo único que en realidad importa. El camino es mejor que la meta. La vida no es más que una serie de momentos. Si los pierdes, la pierdes.

Para aprender cualquier habilidad, especialmente la de vivir una vida basada en amar lo que estás haciendo y vivir el momento, hay tres pasos para alcanzar el dominio. Primero aprendes lo que necesitas aprender. Después necesitas que el aprendizaje se asiente y se integre en tu vida. Eso sucede experimentando en el laboratorio de tus días lo que has aprendido. Es la parte «hacer». No bien sucede eso, y puede tardar bastante, accedes finalmente a la parte «ser» de tu vida. Allí viven los maestros. No tratan de vivir, sencillamente viven. Y no tratan de estar presentes, sencillamente están.

Hay cuatro etapas por las cuales debes pasar si quieres convertirte de principiante en maestro. La primera es la incompetencia inconsciente. Es triste pero la mayoría de la gente pasa en ella su vida entera. En esta etapa introductoria, no sabemos lo que no sabemos. Somos esencialmente inconscientes, estamos dormidos ante lo que verdaderamente somos y ante lo que nuestra vida puede ser. Pero en cuanto abrimos los ojos y despertamos aceptando alguna responsabilidad sobre nuestra vida y la creación de nuestro destino, pasamos a una segunda etapa, la de incompetencia consciente. Aquí desarrollamos un estado de alerta ante lo que no sabemos, nos hacemos conscientes de nuestra incompetencia acerca de cómo dirigir la vida.

Una vez aquí, si nos mantenemos conscientes y continuamos trabajando interiormente para abrirnos, pasaremos a la próxima fase, la de competencia consciente. Ésta se caracteriza por los maravillosos resultados que empiezan a manifestarse en la vida. Estamos creando conscientemente una existencia extraordinaria. El único problema es que aún nos esforzamos. Todavía hay lucha y eso genera estrés. Somos conscientemente competentes en la manera como conducimos la vida. Es un buen lugar donde estar, pero verdaderamente no lo es para vivir.
Todos deberíamos aspirar a la última y más alta etapa, la de competencia inconsciente. Esta etapa de la vida es la de dominio verdadero. Y no tiene que ver con aprender más o hacer más, es sencillamente ser.

Vivir en la cabeza y lejos del corazón es una manera algo estresante de vivir. No es una manera elegante de vivir. Hay modos mejores de experimentar el sendero de la vida. En lugar de tratar de controlar la vida empieza sentir curiosidad por ella. En lugar de tratar de saber y controlar todo, vive en estado de curiosidad.

No hace falta que sepas dónde vas a estar dentro de un año, ni siquiera hace falta saber qué estarás haciendo dentro de un mes. Apártate de esa necesidad de certidumbre que todos tenemos y acércate hacia la curiosidad que todos necesitamos... Sencillamente… ¡sé! Vive el momento con toda la fuerza de tu vida y goza del regalo del presente. Los tesoros de tu vida se te presentarán por sí mismos sólo si verdaderamente estás abierto a ellos.

Es hora de que entre en acción el corazón. Deja de tratar de controlar la vida y la forma como actúa la naturaleza. Tu inteligencia no puede ser más poderosa que la inteligencia que gobierna el mundo. Ábrete más. Allí fuera hay un mundo más grande lo que crees. Vive curiosamente. Vive en el asombro. Vive maravillado.
Empieza por estar más alerta y consciente. Busca claves, detecta patrones y conecta los puntos. Verifica las sincronías y descubre que esas hermosas coincidencias sólo son tu mejor vida que acude a ti. Puedes practicar estar alerta sencillamente prestando más atención a lo que sucede alrededor. Has de estar más atento a la danza de la vida.

El universo es un lugar amistoso y suceda lo que suceda siempre es para mejor. Tu destino se desplegará como está previsto. Mientras, disfruta del presente. Vívelo en plenitud. Auténticamente. Gózalo. Vívelo desde el núcleo de tu corazón. La vida se hará cargo de sí misma
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